Una bolsa compostable no es lo mismo que una biodegradable, cuya descomposición toma más tiempo y ocurre normalmente en un vertedero. Las bolsas compostables van un paso más allá, degradándose 90 días en un compost y por extensión contribuyendo a un abono que hará que los suelos sean más saludables (ricos en nutrientes y microorganismos benignos) y que se usen menos fertilizantes químicos.
Para ser consideradas realmente compostables, las bolsas deben estar certificadas ante organismos como el BPI (Biodegradable Products Institute) y ajustándose a la norma estadounidense (ASTM D6400) o a la europea (EN13432). Ambas normas aseguran que el producto —en este caso la bolsa compostable— se descompondrá completamente en un compost en un tiempo determinado y sin dejar ningún residuos dañinos.
Las bolsas compostables son parte de la tendencia mundial de un mayor compromiso medioambiental por parte de las empresas, que al adoptarlas son mejor valoradas por los consumidores, cada vez más conscientes de su huella de carbono. Resistentes y flexibles, las bolsas compostables son la mejor alternativa a las de plástico, cuyos efectos nocivos han sido largamente documentados y su uso se ha venido prohibiendo desde hace años en países con mayor conciencia ambiental. Chile se sumó recientemente con la ley Chao Bolsas Plásticas, que fue progresivamente restringiendo el uso de las bolsas plásticas de un solo uso hasta que desde enero de 2020 ningún comercio puede utilizarlas. Con la medida se convirtió en el primer país de Latinoamérica en prohibirlas.
Para ser consideradas realmente compostables, las bolsas deben estar certificadas ante organismos como el BPI (Biodegradable Products Institute) y ajustándose a la norma estadounidense (ASTM D6400) o a la europea (EN13432). Ambas normas aseguran que el producto —en este caso la bolsa compostable— se descompondrá completamente en un compost en un tiempo determinado y sin dejar ningún residuos dañinos.
Las bolsas compostables son parte de la tendencia mundial de un mayor compromiso medioambiental por parte de las empresas, que al adoptarlas son mejor valoradas por los consumidores, cada vez más conscientes de su huella de carbono. Resistentes y flexibles, las bolsas compostables son la mejor alternativa a las de plástico, cuyos efectos nocivos han sido largamente documentados y su uso se ha venido prohibiendo desde hace años en países con mayor conciencia ambiental. Chile se sumó recientemente con la ley Chao Bolsas Plásticas, que fue progresivamente restringiendo el uso de las bolsas plásticas de un solo uso hasta que desde enero de 2020 ningún comercio puede utilizarlas. Con la medida se convirtió en el primer país de Latinoamérica en prohibirlas.